
La mayoría de peñistas somos “gutistas”. El futbolista español que, aunque nunca ha sido un paradigma de sacrificio, ha regalado talento, toque, llegada y una excelente visión de juego, pero estas calidades intrínsecas suyas, que nadie le discute, no deben ser las únicas por las que debemos valorarlo.
Nos dio la sensación que Guti se borró del Villarreal-Real Madrid por una lesión que, sin embargo, no le impidió participar en un torneo benéfico de golf, y tampoco disputó el Real Madrid-Mallorca por, según nos enteramos después, la Primera Comunión de su hija.
Trascendió que el lunes anterior a dicho encuentro había hablado con Juande para solicitarle permiso para no entrenar el sábado (dia de la comunión) aunque sí se puso a su disposición para poder jugar el domingo.
Juande pasó de Guti y el jugador se descolgó con unas duras declaraciones contra el técnico manchego que sólo evidenciaron de la mala relación existente entre ambos.
No entramos en si Juande fué ventajista, si a Guti le sorprendió ver a un jugador del segundo equipo en la convocatoria o si los capitanes (Raúl y Michel Salgado) tampoco se explicaron su ausencia frente al Mallorca, pero sí en lo último que dijo, que si se tenía que ir, no perdonaría ni un solo euro.
Como cualquier trabajador, tiene todo el derecho de exigir que se le pague lo que tiene estipulado su contrato, pero el “no voy a perdonar ningún euro de los dos años que me quedan porque lo he dado todo por el Real Madrid” nos parece una extraña forma de demostrar su amor por los colores madridistas.
Probablemente lo habrá dado todo por el Real Madrid, pero ¿y lo que el Real Madrid le ha dado a él?. ¿o esto no se cuantifica?.
Este affaire puede haber puesto en peligro la continuidad de Guti porque intuímos que Florentino no va a tener mas contemplaciones con él y le invitará a abandonar el Bernabéu en cuanto llegue.
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