Cuando escribo este artículo no se sabe todavía quién será el próximo entrenador madridista para la próxima temporada. En ésta tardó en saberse el desenlace de la Liga hasta la visita del Barça al Bernabéu y hasta entonces pudo instaurarse en el madridismo si Juande debería ser el entrenador del Real Madrid 2009/2010.
Sin entrar si él mismo debe serlo o no, creo que se desvaría desde el momento en que dicha decisión venía sujeta por la hipotética victoria final de nuestro club en el campeonato nacional de Liga. Una victoria que sabemos que no se ha producido pero que en ningún momento pudo condicionar toda una línea deportiva de una temporada.
El nuevo presidente, Florentino Pérez, que a día de hoy no ha informado de cuál será entrenador, no puede valerse de si se gana o no se gana un campeonato para apostar por un entrenador. Aunque ha fallado en los últimos partidos, creo que, para bien o para mal, Juande Ramos ya nos ha demostrado el trabajo que puede llevar a cabo en nuestro club y debe ser ése el único baremo que debemos utilizar para decidir si debe seguir o no.
¿No consideraríamos absurdo que por ganar la liga Boluda siga como presidente, Mijatovic como Director Deportivo o Faubert como jugador del Real Madrid? Pues igual de absurdo es decir que por ganar o no ganar la Liga Juande debe seguir o no, porque, si hubiéramos conseguido el título liguero estaríamos condicionando la temporada siguiente con una idea, que quizás, el nuevo presidente, no compartiría, pero por presión social se viera obligado a tomar y a la larga, es una decisión errónea, porque un entrenador sin la confianza de sus superiores es un entrenador en la línea del despido.
Sea como sea, hasta que Florentino Pérez no confirme quién será el nuevo técnico, el debate seguirá en el madridismo con una pregunta clara: ¿Juande u otro?
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